Recordando a “el abuelo”
A mis niños de la banda, para quien os vio nacer como yo, seguiréis siendo mis niños aunque ya seáis mayores.
Que difícil es expresar los sentimientos
Que difícil se me hace decir lo que siento
Y a la vez se me llena el alma de orgullo
Al ver vuestra endereza, en momentos tan duros.
Deciros que se me partió el alma con la noticia, se me volvió a partir cuando os vi. en el tanatorio, todos rotos de dolor, pero con un gran respeto con la familia de vuestro amigo, sin querer estorbar, pero estando ahí para lo que necesitaran. Su familia guardará ese dolor en sus almas mientras vivan, vosotros también, lo sé, me consta, pero el mejor homenaje que le podéis rendir es vuestra música, tocar cuando llegue la hora con el corazón puesto en su persona, recordando que para él, su Cristo, su música y su familia era lo primero. Recordarlo también en pequeñas cosas, en pequeños gestos, como cuando ayudaba a los más jóvenes ó cuando a los mayores nos decía “estoy aquí, para lo que necesites”
Yo, como mayor, lo recordaré en muchos gratos momentos, en el autobús cantando y haciendo “trastadas” cuando era un niño, correteando por los ensayos con los más pequeños, soplando esa corneta hasta reventar diciendo que no llegaba a la nota que él quería, enseñando a nuevas generaciones, sujetándoles los tambores a los más pequeños mientras defilaban detrás del Cristo y escucharlo decir “quillo, lo suelto, ahora me toca a mí” y un “vale” con la sonrisa de un niño era su recompensa. Como estos recuerdos tengo miles, seria muy difícil e injusto ponerlos todos sin que se olvide ninguno.
Me siento muy orgullosa de vosotros, me habéis echo sentirme mayor y vieja. Cuando empezábamos hace quince años siempre os quisimos inculcar, que de uniforme no éramos x, los que fuéramos, éramos uno y lo que hacia uno repercutía en todos, que éramos uno para lo bueno y para lo malo, que de uniforme representábamos a miles de personas y se nos juzgarían a todos por nuestros actos. Me complace ver que con los años habéis seguido con la enseñanza y en momentos difíciles como el que hemos vivido, sale y reluce esa unión, ese orgullo que llevamos como galas al lado del corazón.
A los mayores, cuidad de los pequeños, que no se pierdan las enseñanzas antiguas.
A los que ya no estáis en la banda, que guardéis con orgullo y respeto aquellos años, abrimos muchas puertas, niños, no olvidarlo y ayudar a los demás a que no se cierren aunque sea en la distancia.
A los que están ahora deciros, que cuando queráis algo, pedirlo, si tenéis dudas, preguntar y lo mismo que desfilasteis uno a uno unidos por el dolor a la capilla del Stmo. Cristo de
Cuando toquéis cualquier marcha que vuestras lágrimas no afloren en vuestros ojos, que se que será difícil, sino a través de vuestra boca y manos como bonita oración, se puede rezar de muchas maneras, vosotros lo hacéis con música.
Que la buena música sacada de esa unión sea su orgullo y nos verá, estoy segura, desde el cielo.
Un beso muy fuerte para todos
Mª José, en nombre de la familia León
